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¿Qué es lo primero que hacemos la mayoría de las personas nada más levantarnos? ¿Y lo último antes de apagar la luz de la mesilla de noche? ¿Dónde buscamos la dirección del restaurante donde hemos quedado para comer? Si todo eso los adultos lo hacemos con el móvil, ¿por qué nos impresionamos tanto cuando leemos noticias como «Los millennials prefieren el smartphone a la TV» ?

El uso del teléfono móvil en nuestro día a día está cada vez más extendido y, en un sector como el de los adolescentes, su alcance es mucho mayor. Con el smartphone se comunican con sus amigos, se sienten integrados dentro de un grupo y, cada vez más, ven la televisión. Así lo refleja el último informe Comparable Metrics realizado por Nielsen sobre las tendencias en el último trimestre del uso del dispositivo móvil en distintos sectores de la población del que se hacen eco varios medios de comunicación. Pero más allá de si se consumen minutos de televisión a través de un soporte u otro, habría que intentar comprender por qué los jóvenes no ven la televisión.

Razones para entender por qué los jóvenes no ven la televisión

Pero, ¿quiénes son los jóvenes? Hablamos de millenials cuando nos referimos a gente entre 18y 35 años, pero el análisis de comportamiento y estudio al que me voy a referirme a continuación se centra en la generación Z, o lo que es lo mismo, chavales nacidos a partir del año 2000.

Lo primero que hay que preguntarse, ¿qué tiene el móvil que no aporta la televisión y ha hecho que haya una fuga de espectadores de la caja tonta al teléfono? ¿por qué se produce este fenómeno en este sector de la población en concreto? ¿por qué los jóvenes no ven la televisión?

  • Porque las cadenas ya no apuestan por programas con un corte juvenil. Atrás quedan los años en los que Telecinco y Antena 3 se disputaban las audiencias más jóvenes con series como El Barco o Los Protegidos. Actualmente, los espacios que consiguen captar la atención del público más adolescente son La Voz Kids 3  y Tu cara no me suena todavía, aunque sin llegar a marcar tendencia más allá de su día de emisión y de Trendic Topics en el día de su emisión.  Y me viene a la cabeza lo que un encargado de prensa de una productora de televisión me comentó en mi etapa como directora de la revista Bravo, una vez que llame para pedir una sesión de fotos con los actores de El Barco. «Sabemos si una serie ha calado entre el público adolescente porque nos llamáis los periodistas de revistas juveniles». No sé si esa persona seguirá trabajando, pero su teléfono sonará poco, porque no hay series para jóvenes hoy en día ni tampoco revistas juveniles en los kioscos (a excepción de la revista Como Tú).
    Echando un vistazo a la programación actual de las distintas cadenas, habría que pararnos en resaltar el éxito cosechado por Mujeres hombres y viceversa en sus primeras temporadas, consiguiendo su mejor dato en la segunda entrega, (2009-2010) con un 17,7 de share (casi un millón de espectadores), lo que suponía un 10,1% más que la media de la cadena. Actualmente el programa cumple su novena edición y sus cifras están en un 11,8 % de share (unos 700.000 espectadores) y un 22,1% que la media de la cadena. ¿Desgaste de producto o de la audiencia? Un poco de poco, porque los jóvenes son muy cambiantes y siempre están demandando cosas nuevas. O les sorprendes con algo diferente o te abandonan.
  • Porque, al no encontrar nada interesante en la televisión, han buscando por otras vías algo que les llene, y aquí es donde YouTube se ha convertido en su canal favorito, siendo los youtubers esos nuevos actores que les entretienen, les hacen reír, les emocionan y, además, con los que se identifican; gente que habla su mismo idioma, que piensa como ellos y que viven y cuentan experiencias sin guiones ni efectos especiales. ¡Naturalidad al poder! ¿Cuánto durará esta fiebre? Eso es lo que muchas marcas, centradas en contratar influencers, se preguntan.
  • Porque los jóvenes de hoy en día ya no son como los de antes. Ellos son impacientes, inquietos y lo que quieren lo quieren ya. No entienden el concepto de programación tal y como lo hemos vivido nosotros, los que asistimos al estreno de las cadenas privadas y de la TDT. Si les apetece ver una serie, no quieren esperar a las 22.00 de la noche, ellos quieren verlo ya y por eso cogen el móvil y lo buscan en la red (de aquí también el éxito de las Smart TV). Tampoco quieren perder cinco minutos viendo anuncio tras anuncio. En YouTube si sale un anuncio, le dan al «saltar» y continúan con lo que estaban. Según la encuesta hecha por el portal Cultture.com, el 38% de los entrevistados señala que lo que menos les gusta de la televisión es que no poder elegir lo que quieren ver. Y esto es algo que se da desde bien pequeños y pongo el caso de mi hija. Elena era fan de Peppa Pig hace un par de años. A ella le daba lo mismo que fueran las 09.00 de la mañana, las 15.00 de la tarde o las 20.00 de la noche, ella quería ver sus dibujos animados favoritos en ese momento y solo los encontraba en YouTube. Sin quererlo, he creado una consumidora de esta plataforma, y como yo, muchos otros padres.
  • Porque se están empezando a crear productos exclusivos para verlos desde otros dispositivos que no sea la televisión. El caso más claro de éxito ha sido Paquita Salas, la serie de Flooxer que ha revolucionado Internet y el mundo de la ficción en España -hizo triplete en los Premios Feroz 2017, llevándose todos los galardones a los que estaba nominada: mejor serie de comedia, mejor actor protagonista (Brays Efe) y mejor actriz de reparto (Belén Cuesta). A través de Flooxer se emitieron cuatro capítulos que lograron en todos sus estrenos ser Trendic Topic -el nuevo marcador para detectar fenómenos y tendencias- con el hashtag #PaquitaSalas y con cifras de alcance que rondaban los 800.00o usuarios. Atresmedia probó emitir el primer capítulo en Neox, pero no enganchó tanto como lo hizo en la red (un 1.2% de share y 158.000 espectadores, quedándose lejos del 2.7% de media que anotó ayer el canal, aunque sí logró ser de nuevo Trendic Topic).
  • Porque incluso, desde la propia televisión, se está pensando ya en programas en los que el uso del móvil tenga un papel protagonista. Cuatro acaba de estrenar A toda pantalla, un espacio que espera recuperar el espíritu musical de épocas pasadas, pero con toques modernos y actuales. ¿Y cómo lo consigue? Apostando por las nuevas tecnologías en su desarrollo y producción, y es que A toda pantalla está grabado íntegramente con teléfonos inteligentes.

Volviendo a la primera razón que expongo para entender por qué los jóvenes no ven la televisión, lanzo una reflexión: ¿Habría menos consumo de plataformas como YouTube si los canales de televisión tradicionales hubiesen apostado por programas por y para este sector? ¿Se hubiese frenado la fiebre por utilizar el móvil como si fuese una televisión y veríamos a chavales postrados en el sofá de su casa frente a una pantalla plana colocada en el mueble de su salón?

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