Dentro de la estrategia digital de un negocio o marca online el papel de las redes sociales es crucial, siendo Facebook, Twitter e Instagram, a priori, las más utilizadas. Sea cual sea la red elegida por nuestro cliente para dar a conocer su negocio, tenemos que tener en cuenta que nuestro objetivo es hacer marca, que todo tiene que estar muy bien pensado y en consonancia con la imagen que queremos transmitir. Saber las características, funcionalidades y diferencias entre Facebook, Twitter e Instagram nos permitirá sacarles un mayor beneficio.
Elementos a tener en cuenta antes de abrir cuenta en Facebook, Twitter e Instagram
Las redes sociales son un apoyo, un elemento más dentro de nuestra planificación digital. Son un medio más para conseguir nuestro fin, que en algunos casos será vender más y, en otros, darnos a conocer. En cualquier caso, hay que tener en cuenta una serie de factores antes de ponernos manos a la obra.
Los recursos que necesitamos y de los que disponemos
No podemos abrir las redes sociales y dejárselas al becario o a un amigo que está todo el día enganchado. Le puede gustar mucho publicar en Twitter, subir fotos a Instagram y puede que hasta controle Facebook como la palma de su mano, pero llevar las cuentas de una empresa es un trabajo. Un mal uso de las redes sociales puede desembocar en una crisis de reputación online.
Objetivos marcados
Antes de emprender ninguna acción es importantísimo saber hacia dónde nos encaminamos. Conocer y tener claro nuestro objetivo nos ayudará a poner las herramientas y los recursos para alcanzarlo.
Análisis del público objetivo
Porque no es lo mismo que nuestro target sean señoras de 50 años que chicas de 18, debemos fijar a quién nos dirigimos y, a partir de ahí, sabremos también qué red social es la adecuada para comunicar todo lo que queramos de nuestra marca o negocio.
Acciones que se van a llevar a cabo
Y aquí no está de más cotillear lo que hace la competencia e inspirarnos para lanzar algo nuevo y diferente (¡ojo, no copiar, solo inspirarnos!). Hay acciones ya testadas de sobra con buenos resultados, como pueden ser los concursos o las retransmisiones en directo. Aquí, teniendo definidos público y objetivos, podremos encontrar lo que más se adecue a nuestro espíritu de marca.
Guía de estilo
El tono que se va a emplear, el estilo y el tipo de contenido son tres puntos que hay dejar bien determinados desde un principio para establecer una guía e intentar no salirnos de ahí.
De qué hablamos en las redes sociales
Aquí hay una regla de la que algunos expertos hablan, la 80/20, que viene a decir que de todo lo que publicamos solo el 20% debería ser sobre nuestra marca y el 80% de temática afin. ¿Hay alguien que la cumpla?
Calendarización
Establecer un calendario con los posts que se van a publicar. Por ejemplo, si acordáis dar siempre los buenos días con una frase, intentad mantenerlo siempre que se pueda. O si acostumbráis a vuestros seguidores a que todo los sábados tenéis un resumen con los mejores posts de la semana, ¡cumplid con ello!
Análisis a posterior
Una vez desarrollados los puntos anteriores es necesario analizar si lo que hemos establecido funciona, porque quizás hay algo que vaya mal y tenemos que probar otros caminos. Quizás la idea de hacer concursos no funciona porque nuestro público es menos activo, pero en cambio las retransmisiones en directo van como un tiro. En un prueba-ensayo-error.
Establecer un protocolo ante una posible crisis
Y, como he adelantado en el punto primero, es básico definir un protocolo de actuación ante una posible crisis de reputación online. Quizás nunca se utilice, pero siempre es mejor tenerlo ameno por si la crisis se desencadena en un momento crítico en el que el responsable de la marca no está.
Diferencias entre Facebook, Twitter e Instagram
Y una vez que ya tenemos claro lo que será nuestra hoja de ruta, vamos a analizar las funcionalidades de cada una de las redes para saber utilizarlas en el mejor beneficio de nuestra marca. Para ello, cuento con la ayuda de tres Social Media: Leti Grijó, de Improvvisa; Fernando de Córdoba, autor de La Cabeza Llena, y Patricia Tablado, más conocida como Community Madre.
Lo mejor de Facebook por Leti Grijó
Es la red social con más seguidores en el mundo y “la plataforma a la que recurren muchas marcas para promocionarse. Es perfecta para llegar a nuestro público objetivo de forma cercana y segmentada gracias a una inversión en Ads”, señala Leti Grijó, que añade: “Facebook puede ayudar a las marcas a generar más ventas a través de una buena estrategia de social media y de las reseñas. Ya que, por ejemplo, los usuarios hoy en día se guían mucho por las opiniones que hay en las redes sociales, ya que son más creíbles. Además, Facebook ayuda a incrementar las visitas hacia la página web y así aumentar la visibilidad de la marca. Pero… ¡ojo! con esto no quiero decir que todas las empresas tienen que estar presentes en esta red social, ya que va influir el público objetivo que tengan”. Entre sus puntos fuertes está la opción de segmentación, la posibilidad de obtener estadísticas de los resultados de las publicaciones, el intercambio de información a través de varios formatos (vídeos, imágenes, enlaces) o el contacto y la fidelización con el cliente. “Quizás, la parte más negativa es que resulta complicado generar engagement con el público sino promocionas la publicación o generas un contenido muy relevante para él”, concluye esta Social Media.
Lo mejor de Twitter por Fernando de Córdoba
Es más directa y concisa que las otras, aquí tienes que ir al grano. De hecho solo tienes 140 carácteres para poder expresar lo que piensas o sientes. Lo que se publica suele estar muy relacionado con la actualidad, de aquí que sea utilizado por la mayoría de sus usuarios para retransmisiones de eventos o, en algunos casos, resolución de dudas o consultas rápidas. El uso de lo #hastagh hace que la búsqueda de información sea más fácil de hacer y de localizar. Además, entre sus estadísticas de triunfo está el famosísimo Trendic Topic, que permite descubrir rápidamente si nuestra acción ha cuajado. Es, según Fernando de Córdoba, “la red social formadora de opinión y con una influencia proporcionalmente mucho mayor a su número de usuarios”. Para poder sacarle un máximo partido, Fernando nos recomienda “ser consistentes, tener un tono bien definido, no estar empeñados en sacar al usuario de su experiencia y llevarle a nuestra web. Además ser proactivos, pero no pesados, y sobre todo, no hablar solo de nosotros mismos”. Entre sus cosas buenas están, según este experto en Social Media, que “es adictiva, muy cotidiana y que consigue desarrollar el branding de una marca mucho más que en cualquier otra red”. Entre lo malo, “sus dueños, más centrados en aumentar el valor en bolsa de la empresa y venderla que en desarrollar funciones que de verdad sean útiles al usuario, o acaben con lacras como el ciberacoso”. Por último, advierte y aconseja: “Si lo que se busca es ganar más seguidores y mejorar el engagement hay que basarse en contenido de calidad. Mucho contenido, bien seleccionado y desarrollado, de manera consistente; apoyarlo con paid media para ayudar a que llegue a más gente. Y nunca comprar seguidores al peso”.
Lo mejor de Instagram por Community Madre
Instagram es sinónimo de imagen. Aquí el contenido es puramente visual y es donde tenemos que poner nuestro foco y cuidarlo al máximo. “Tienen que ser imágenes bonitas, bien compuestas, bien iluminadas y que no todas lleven el filtro Valencia por defecto. Además, como en el resto de redes, es fundamental interactuar con los usuarios para que ellos también interactúen con nosotros”, explica Patricia Tablado, más conocida en el mundo digital como Community Madre. A diferencia de Facebook o Twitter, Instagram no te permite incluir links para enlanzar (salvo en la bio), pero no por ella es menos efectiva. Tiene un montón de posibilidades: las stories, los vídeos en directo, las menciones, los posts multifotos. “Usando todo esto, podrás conseguir que te hagan caso y ser más relevante”. Aunque lo más importante y, el punto de partida de cualquier estrategia digital que vayamos a lanzar en Instagram, es la constancia en la publicación. “Una vez al día, o un día sí y un día, no pueden ser una buena frecuencia para mantener la expectación y no caer en el olvido. No publicar a lo loco, hay que decidir cuál va a ser el propósito de nuestras comunicaciones y empujar en esa dirección con cada actualización”.