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Hablar en público es una forma más de vender nuestro contenido y/o nuestra marca personal. A través de un buen discurso, buscamos conseguir más clientes para nuestro negocio, bien sea este una tienda, una agencia de comunicación o nosotros mismos. Hablar en público delante de una audiencia sin dominar el arte de la retórica no es fácil, pero se puede aprender con esfuerzo y dedicación.

hablar en públicoJosé María Palomares es el actual director de Comunicación Corporativa para España y Portugal de Laureate International Universities y miembro de la junta directiva de Dircom. Domina a la perfección el arte de hablar en público, algo que transmite casi a diario a sus alumnos, a las personas con las que hace coaching y a una servidora durante esta entrevista que me concedió. Autor de Hablar en público en una semana, José María nos da las claves para que, a través de la elaboración de un buen discurso y de la comunicación verbal, podamos influir en los demás porque, como él mismo dice, «hablar en público es fundamental para el desarrollo profesional de cualquier persona».

¿Por qué se tiene tanto miedo a hablar en público?

José María Palomares: Realmente si echamos un vistazo a los planes de estudios en primaria y en secundaria y lo que es también la ejecución del día a día de las habilidades de comunicación de nuestros niños y adolescentes, veremos que hay poquísimas oportunidades de hablar en público. Es un problema de base, que no está identificado y que no se ha incorporado a la dinámica de los colegios y de los institutos y, al final, lo que acaba ocurriendo es que los chavales llegan a la universidad o se incorporan a un trabajo sin haber desarrollado esta capacidad.

¿Cómo se adquieren las habilidades correctas para hablar en público?

José María Palomares: Tomando conciencia de la importancia de esta habilidad. Nadie nace sabiendo conducir y, sin embargo, en un momento dado nos damos cuenta de lo necesario que es, y es entonces cuando ponemos el tiempo, los recursos, las ganas e, incluso, las emociones para aprender. En el caso de hablar en público ocurre algo parecido. Cuando descubrimos que realmente tenemos ese déficit, suele ser un poco tarde y nos da pereza, porque en muchos casos ya estamos dentro del mercado laboral.

Desde tu experiencia, ¿qué debemos tener en cuenta antes de ponernos frente a una audiencia?

José María Palomares: Principalmente definir un propósito, qué es lo que se quiere conseguir. En la medida que tengas claro qué es lo que buscas obtener con tu discurso, empezarás a ver a tu audiencia como alguien al que tienes que convencer. A mí me gusta jugar mucho con la dinámica de la metáfora comercial, porque en el fondo, cuando tú estás hablando en público lo que estás haciendo es vender tu idea, tu concepto, tu marca personal, tu producto, lo que sea, y empiezas a ver a tu audiencia como un potencial cliente al que tienes que entender muy bien, saber cuáles son sus expectativas, sus anhelos, qué es lo que piensa… Debes encontrar un punto de conexión entre lo que tú quieres contar y lo que es relevante para los que te escuchan. De nada sirve que tengas un maravilloso discurso sino es relevante para la gente que tienes frente a ti.

¿Qué características tiene un buen orador?

José María Palomares: Fundamentalmente tiene que tener pasión por lo que cuenta y por lo que hace y ser una persona estructurada; debe tener claro cuál es el propósito de lo que quiere contar, ser consciente que lo que está buscando es influir en la gente que le está escuchando y mover sus conciencias, porque en el fondo lo que está intentando cambiar son comportamientos en los demás. Teniendo esto claro, podrá conseguir armar un discurso mejor.

Y, ¿cómo se elabora un buen speech? ¿con qué elementos se tiene que construir?

José María Palomares: Con un contenido de calidad, por supuesto, pero sobre todo con algo que sea relevante para la persona o personas que te están escuchando. Solo así conseguirás que se interesen por lo que estás contando. Si consigues que tu discurso tenga relevancia, lograrás tu objetivo.

Aspectos importantes a la hora de hablar en público son, entre otros, el tiempo o el tono. ¿Cómo influyen estos en un buen discurso?

José María Palomares: Respecto a los tiempos, hay que saber dónde colocar la idea fuerza de nuestro discurso. En la dinámica de la comunicación en público, hay dos momentos o picos de atención que son más elevados: en el inicio y en la despedida. Hay que asegurarse de que al principio y al final de tu intervención das tu mensaje clave y colocas lo que los publicitarios llaman el call to action, es decir, le dices a la gente lo que esperas después de esto, de alguna manera les pones deberes. Teniendo un mensaje claro y sabiendo en qué momento lanzarlo, tu siguiente paso es elaborar ese discurso de una manera sencilla y coherente, utilizando un lenguaje adecuado para esa audiencia a la que te diriges, digamos, haciéndoselo fácil. Uno recibe muchos estímulos a lo largo del día y se va quedando con lo que es relevante o lo que de alguna manera le ha generado algún tipo de emoción. En relación con el tono, hay que intentar conectar emocionalmente con la audiencia, a través, por ejemplo, de anécdotas, pero siempre, y vuelvo a insistir, que sean relevantes y que estén en sintonía con lo que estamos contando.

Llega el momento de hacer nuestra presentación. ¿Qué hacemos con nuestro cuerpo? ¿Qué papel juega la comunicación no verbal dentro de nuestro discurso?

José María Palomares: Cuando te vas a enfrentar a un público por primera vez, tu aspecto, tu manera de entrar en la sala, tu forma de empezar tu presentación, todo genera una reacción en la otra persona. Estás comenzando a construirte tu reputación y tienes que ser cuidadoso. Lo segundo es que, si crees en esa lógica comercial de la que hemos hablado antes y entiendes la comunicación como algo comercial, verás a la audiencia como tu cliente y aquí tu aspecto y manera de dirigirte tienen que estar un poco imbuido de ese respecto. Yo digo muchas veces que nunca tendrás una segunda oportunidad para causar una buena impresión.

Por último, ¿algún último consejo o recomendación?

José María Palomares: Someterse a la prueba del elevator speech o discurso del ascensor, que consiste en poner tu presentación al servicio del mensaje que quieres transmitir y del objetivo o impacto que buscas en los demás. Para ello te recomiendo, por un lado, que sintetices en un minuto lo que vas a querer contar en una charla de aproximadamente una hora. Si eres capaz de hacer esto, desarrollarás todo tu contenido buscando ese enfoque; pero si además tienes claro qué quieres lograr de las personas que te están escuchando, podrás construir tu mensaje de una manera sólida y clara para que cuando dejes de estar presente para ellos se acuerden de ti.

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